POEMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Viento y aroma, en los avatares de la vida, ESPOSA MIA, eso eres TÚ, bendito aquel día, aquella tarde noche de hace cincuenta cuatro años,
cuando nuestras miradas eternizaron aquel momento,
sagrado lugar donde se cruzaron nuestros destinos, el salón de clases en nuestra formación,
aquel bello talante, donde tu sonrisa rodeaba tu bello rostro, hermosura que Dios te concedió, inteligencia y sabiduría, ha sido el grabado de tu devenir,
el viento y el aroma, en armonía con la luz y la flama; el fuego, y el rugir de un volcán, han sido la constante de nuestro amor,
cual solo Dios y la virgen María, cuidaron de aquel ayer y los ayeres de nuestra vida, donde no hay tormenta que el VIENTO Y EL AROMA, no detenga y apacigüe, con tu ternura y la entrega mutua… ESPOSA MIA.