CANTICO POETICO.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
Para aquel hombre y aquella familia, repentinamente se encontraba con algo insólito, habían sido desfalcado, con una cantidad importante, nada que no tuviera solución, pero como enfada verse ultrajado de tal manera, en un ambiente que las evaluaciones no le vienen bien al sector de los bancos; cual más cual menos es duramente criticado, hoy mismo se presenció un escenario de desventura, a una mujer que fue al banco AFIRME, a recoger su pensión, la tarjeta de bienestar, haber por seis mil pesos, la maquina le reportó su entrega y ella no lo recibió. Estábamos en una sucursal del Banco Bienestar, donde le decían que no le podían ayudar, y las lágrimas empezaban a caer sobre sus mejillas y un hijo de allá, encolerizado reclamaba a los cuatro vientos.
Te decía, QUE EL CORAZON DE DON ROBERTO GONZÁLEZ BARRERA, SIGUE LATIENDO EN BANORTE, donde MANUEL BARRON MONTELONGO Y ALMA CARDENAS FLORES, fueron FIELES INTÉRPRETES, ya que el malestar ocasionado por los rufianes del desfalco, trastocan las fibras familiares, y obviamente a los directamente perjudicados.
Se siguió el trámite de rigor, el pataleo de un lado a otro, los momentos de tensión superaron a los de la tranquilidad y el sosiego, cual frotaban voces de alientos, acalladas por las de las malas experiencias y frustraciones… “no hombre ya te jodieron, a mí en SANTANDER, me pegaron con $540,0000 y tengo dos años litigando y está parado en un juzgado de distrito que lo tienen arreglado, dándolo por perdido y te sentirás mejor”.
Se guardó silencio, un profundo silencio, se miró al interlocutor y se encamino a sus oficinas, eh hizo una oración pidiéndole a DON ROBERTO GONZÁLEZ BARRERA, que lo ayudara, ya que para Él, en sus tiempos de mortal; cuando habitaba la tierra, era una cantidad sumamente relativa, y gravosa al afectado, un fuerte y duro golpe a su bolsillo.
Después de aquella invocación a DON ROBERTO, llego con ello una paz extraña, diríamos en lenguaje de barrio; si de un barrio de CERRALVO NL, de los tiempos de don ROBERTO GONZALEZ BARRERA, un sosiego peculiar de las barriadas y de chapuzón de río, cual percibiéndose la solución a favor.
Pasaron los días, no muchos por cierto y de repente le llaman por teléfono, la señorita ALMA CARDENAS FLORES, de BANORTE, quien lo había estado atendiendo y suavizando el momento difícil del maltrato financiero y familiar, para avisarle que su situación había quedado arreglada y que esa cantidad acreditada de más ya fue respalda por el banco; POR BANORTE
MILAGRO, el alma de don ROBERTO GONZALEZ BARRERA, asesorado por un fiel empleado ya jubilado del banco MANUEL BERRONES MONTELONGO, ILIANA MARTINEZ, ALMA CARDENAS FLORES, Y ESTAFANI ZAPATA HERNANDEZ, habían participado del MILAGRO.