VILLANCICO.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
BELEN, BELEN, BELEN, LO VISTE NACER, LO VISTE LLEGAR, BELEN, BELEN, BELEN, TU SANTO LUGAR DE ALEGRÍA CANTÓ; BAILÓ Y SE ALEGRÓ, CUANDO EL NIÑITO JESÚS LLEGÓ.
SU SONRISA SE GRABÓ EN LAS PAREDES DE AQUEL JACAL, EL PESEBRE SE UNTO DE AQUELLA LUZ QUE EL MUNDO CUBRIÓ, BELEN; BELEN, BELEN, CUANDO LO VISTE NACER.
BELEN; BELEN, BELEN, LA VIRGEN MARIA Y SAN JOSE, DE SUS OJOS BROTARON LÁGRIMAS DE AMOR, ASOMBRO Y FELICIDAD, DE AQUELLA LUZ QUE AL MUNDO LLENO.
HABÍA LLEGADO EL REDENTOR, EL NIÑO JESÚS CON SU SONRISA CUBRIÓ DE AQUELLAS LÁGRIMAS QUE AL MUNDO DIERON REDENCIÓN, FELICIDAD Y PERDON, CUAL LUZ QUE AL MUNDO CUBRIO, BELEN; BELEN, BELEN.
BELEN; BELEN, BELEN, LO VISTE NACER, LO VISTE LLEGAR, TU SANTO LUGAR LLENÓ DE ALEGRÍA CANTÓ, BAILÓ Y SE ALEGRÓ, CUANDO EL NIÑITO JESÚS LLEGÓ.
DONDE SU SONRISA SE GRABÓ EN LAS PAREDES DE AQUEL LJACAL, EL PESEBRE SE IMPREGNÓ DE AQUELLA LUZ QUE AL MUNDO CUBRIÓ, BELEN; BELEN, BELEN, CUANDO LO VISTE NACER.
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