POEMA.
RICARDO GARCIA TREVIÑO.
VIRGE DE LOURDES, fueron los Pirineos, de un bello pueblito de Francia, quien se arrodillo ante tu presencia, a fin de mostrar al mundo la luz de una existencia llegada del cielo.
VIRGEN DE LOURDES, búscate una cueva, una fuente de agua y un ramillete de hermosas flores, encontrando una niña llamada BERNADETTE, quien llena de sorpresa, encanto y asombro sobrenatural, te escucho y al mundo dio tu mensaje, donde “DIOS NO DICE QUE NOS AMA”, con todos los defectos del ser amado.
La VIRGEN DE LOURDES, le digo BARNARDETTE, “VAYAN A BEBER AGUA Y A LAVARSE EN LA FUENTE”, ve a beber del agua que brota de Dios y lavarse para purificar el cuerpo y el alma, ante la ceguera de hoy y de siempre, de quien son la parte más bella de la creación, como son el hombre y la mujer, que ensimismado están ciegos; sordos y atolondrados por los placeres humanos…
¿placeres? Acaso te causara placer aquello que te lleva a la muerte entre quemadura; llanto y lamentos, cual a pesar de ello, DIOS NOS DICE QUE NOS AMA, como lo digo al mundo aquel 11 de febrero de 1958, a través BERNARDETTE, cuando siendo una niña de catorce años, se le apareció nuestra señora, en advocación de la VIRGEN DE LOURDES.
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