ANGEL DE LA GUARDA.

POESÍA.

RICARDO GARCIA TREVIÑO.

En el firmamento la luz era tan intensa, que  el pueblo  entero, al verla se le brindó, cual los hombres y mujeres de las comunidades originarias, parloteaban entre ellos y ellas, las mujeres más que los hombres, donde en el cielo había señales y prodigios, cuando bien decían y aseguraban que pronto en el suelo azteca; maya, náhuatl, y tarascos, entre otros, aparecería un ángel de la guarda, pero habría que esperar un buen tiempo para ello, correría sangre por los arroyos, hombres degollados y mujer violentadas; niñas y niños azotados por la cólera del barbados sin escrúpulos, mitad hombre, mitad bestia, con envoltura diabólica.

Corrieron los días; los meses y los años, el prodigio tomo realidad; se hizo materia, donde apareció el ángel, en la gran plaza; el zócalo de todos los pueblos, se alzó sobre una buenaventura bien venturada, atónito se miraban unas con otras; unos con otros, cuando apareció el ANGEL DE LA GUARDA, vestida de ropas engalanadas con virtudes resplandeciente y vestida de mujer, ¡sí! de mujer, igual como la que hoy lleva el bastón de mando y es abanderada  de  los más pobres y desprotegidos, cual viene montada en el corcel de la SABIDURÍA, para bien cuidar al pueblo de las maldades  del bárbaro.

 

 

Conferencia de prensa 15 de octubre 2024

 

Autor

Ricardo García Treviño


Comentarios están Cerrados.