CUENTOS DEL ABUELO.

CUENTOS DEL ABUELO.

EL FANTASMA.

RICARDO GARCIA TREVIÑO.

 

Jajajaja, no me digas abuelo que crees en los fantasmas, le dice el nieto, por cierto ya crecidito en tamaño y edad… ¿no me digas abuelo que crees en los fantasmas? jajaja, dejando caer en el ambiente una risita de superioridad, de esas que calientan al más templado, pero el abuelo que amaba más que su vida al nieto de sus amores, por ser el primero de una docena de nietas y nietos, cuales los quería por igual, siempre respetando el amor hacia a lo que cada quien es,  bendito Dios, porque en la abuela, tiene  el amor de sus amores…

El abuelo lo vio de arriba abajo, todo sin parpadear, sus ojos observaban en el nieto harta incredulidad, y en sus adentros decía, no es posible que mi nieto no crea en los fantasmas.

Guardó silencio.-abuelo.-un largo silencio, se acomodó en su mecedora, y le digo, pon atención para que aprendas, pero prométeme que no te vas a dejar dominar por tu celular, tu laptop y televisión, y los medios de comunicacion aliados y querendones  de Satanás,  que te tienen, a Ti y a los de tu generación sumamente atontados, al borde de la inconsciencia total, cual los llevan como borregos al matadero.

!Te lo prometo!. Solemnemente respondió el nieto, mismo  juramento que quedo impregnado en las paredes de la habitación.

El nieto estupefacto quedo callado, nunca había visto así al abuelo, se asustó al verlo de tal manera, cual una luz resplandeciente cubría  al papa grande, desde sus pies a la cabeza, donde de sus manos brotaban chispas de todos colores, por Dios, dice el nieto, déjame escucharte, y sacudiéndose, cuando se sentó frente al abuelo y este en voz alta le digo, te escucho abuelo, convencido de lo que iba a escuchar podía estar 100% seguro que el abuelo le decía la verdad.

Cuando ya nací; expresa un pensativo abuelo,  desde el vientre de tu bisabuela  me acompaño un fantasma, oh impostor, donde los dos cabíamos en el vientre de tu bisabuela, desde  allí empezó la querella; litigio o pleito, mismo que  no lo tome en serio, pensé que todo ello era pasajero y así fue como llegue a este mundo, cual definitivamente no es la última instancia, mucho menos el ultimo mundo, hay otros dos mundos, uno  donde van los buenos, los que no odian, mucho menos envidian, los que trabajan y aman a Dios, a su hijo Jesucristo, y al espíritu santo, en fin aman al amor y todo aquello que se asemeja al creador, como son  los amores de la creación, y por otra parte, oh contraparte, el otro mundo, cual  habita satanás y el reino del maligno cuya madriguera la habitan en la tierra y en el infierno, por desgracia el fantasma que me acompañaba era uno de ellos, pero como todo en la vida un día tenía que darme cuenta, eso sucedió cuando ya era grande, el fantasma, oh el impostor,  sabía que había sido descubierto, que sus engaños y patrañas, sus fracasos y desgracias, limitaciones y falta de presencia, y aun sus éxitos, que dicho sea de paso  no eran pocos, pero en su enfoque perverso no eran suficientes para ser igual, oh al menos parecido a quien que tanto se parecía, pero que eran  diferentes, cada cual escogió su mundo, cuando el fantasma había perdido su querella en el mundo de lo infinito, y se le mando al mundo del maligno, ya que el rumbo oh destino no le decide el hombre o la mujer, eso le corresponde al supremo del universo, como es Dios, y sus tribunales de alzada, que son la divina justicia de lo que es justicia, y siempre le da a cada quien su medida, tarde o temprano, a cada quien se le da su medida, como quien dice,  quien yerro mata a yerro muere…

El nieto ante lo que había  oído; quedó atónito, lo que al principio no entendía , repentinamente todo lo entiendo, la verdad quedaba al descubierto, el abuelo se había enseñado a tolerar al fantasma, oh impostor, cual este ultimo habitando en su sombra, se movía como pez en el agua, pero que ya cerca del cerco  del fin de  esta vida, el abuelo le dejaba a DIOS, el destino de su propio destino, el pleito era entre Dios y el príncipe de los demonios, donde la luz y flama que brillan en el cielo, darán su último veredicto, el abuelo la tiene ganada, por nada en el mundo se convertiría en asesino de su propio fantasma, cual el  “ganador”, en su pecado llevaría su penitencia; penitencia que  cumplirá en el horno del sufrir eterno, mientras el abuelo litigara su propia salvación, cuál perdiendo gana y ganando, a mayor abundamiento ganaría.

El abuelo, como siempre terminó dormido en su sofá, alcanzando a murmurar antes de dormir, perdónalo Dios mío, en tus manos está mi suerte … ven Espíritu Santo, ven

 

Conferencia de prensa 17 de mayo 2024

 

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